Conductores de motos, el 37% 'Bochados'

Los conductores de motocicletas, van ganando día a día, importantísimos espacios en las calles y avenidas de la Ciudad de Buenos Aires, sumados a los que todos los que permanentemente ingresan al territorio porteño desde provincia de Buenos Aires. Junto a los peatones, son los protagonistas más vulnerables dentro del tránsito y son mayoría entre las víctimas fatales, y no solo por cuestiones ajenas a ellos mismos, sino también por la impericia propia. Es por todo esto, que la educación vial y el entrenamiento son fundamentales, y ante la abrumadora cantidad de rechazos que reciben los principiantes en las pruebas para obtener su licencia, se justifica la urgente necesidad de intensificarlos.



Según la Secretaría de Tránsito porteño, el 37% de los conductores que asisten a la pista de Avenida Roca 5252, son "bochados", por fallar en situaciones elementales, como por ejemplo, el frenado. 
Calculemos que el 11% del total de las licencias emitidas, son para motovehículos.


Tengamos en cuenta que tanto por situaciones de practicidad, caos de tránsito y meramente económicas, las motos de menor cilindrada tienen precios bastante accesibles, y como venimos informando, se venden en planes de hasta 12 y 18 cuotas, obteniéndoselas hasta en casas de electrodomésticos e hipermercados.




Las motos, han tomado un protagonismo en la calle, que las ubica en el centro de la escena a nivel de la educación vial. "Conducen de manera temeraria"; "No respetan los semáforos"; "Ni siquiera el sentido de las calles"; "Zigzaguean en medio de los autos": estas son solo alguna de las críticas que reciben por su desempeño. Y bastante de todo esto, se ve reflejado en los exámenes prácticos a los que son sometidos los principiantes.
Pablo Martínez Carignano, especialista en seguridad vial explica: "La conducción de motovehículos requiere habilidades complejas. Considero que es más difícil que conducir un auto. Y un motoquero tiene que poder controlarla a muchos niveles, incluso cuando camina junto a la moto. Por otro lado, las motos poseen dos frenos, uno por cada rueda. Es muy común que los conductores usen un solo freno, el trasero, porque tienen miedo de caerse o patinar. Pero al utilizar solo una rueda, se necesita más tiempo y más trayectoria para frenar la moto".




"En motos de cilindradas chicas, la tecnología no alcanza para suplir lo que el conductor no sabe hacer. Las motos más grandes, más sofisticadas, pueden ayudar a un conductor. Por ejemplo, con el sistema de freno combinado, que corrige la pérdida de control en caso de que el motociclista utilice un solo freno. El sistema envía potencia de frenado a ambas ruedas para que la acción sea más efectiva", detalla el especialista. Pero hay que tener en cuenta que las motos más chicas son las más populares y las que están por todos lados.

Desde el Gobierno porteño entienden que el porcentaje de desaprobados tiene que ver con la mayor exigencia del examen práctico que cambió en 2012. Entre otras cosas, la prueba va incrementando en dificultad y en velocidad, de manera paulatina. El examen está dividido en tres partes: en la primera tienen que maniobrar la moto con el motor detenido y realizar una prueba de luces y uso correcto del casco. En una segunda instancia deben que circular por una franja angosta a velocidad reducida, zig zag también a velocidad reducida, y aceleración y frenado. Finalmente: zig zag a mayor velocidad, esquivar un obstáculo y frenado de emergencia.
Un tema que preocupa a los especialistas es lo que sucede en otras jurisdicciones, porque muchas de las motos que circulan por la Ciudad vienen de municipios bonaerenses. En algunos, los exámenes son laxos, las licencias se entregan casi sin requisitos y las pistas son muy precarias. Sin la suficiente capacitación, se terminan pagando las consecuencias de un Estado que aún no asume la seguridad vial como una política para proteger a los ciudadanos.

Por David Gil

Fuente: Clarín