Los frenos carbocerámicos

Desde ya que es bien sabido que los frenos son uno de los elementos más importantes de un vehículo pertenecientes a la seguridad activa, permitiéndonos detener antes la unidad y evitar un posible accidente.


De entre los mejores, seleccionamos los frenos cerámicos, que aumentan la seguridad a la hora de conducir un auto y tienen una gran resistencia.


Los mismos están fabricados en cerámica reforzada con fibra de carbono; y este compuesto cerámico, junto al carburo de silicio ofrece una gran resistencia a la abrasión, además de proporcionar una gran dureza.


Haciendo historia, en los albores de los frenos cerámicos, nos encontramos con los aviones y también los autos de competición, campos en los que entregaron excelentes resultados. 
A los frenos carbocerámicos, los caracteriza tener una estupenda resistencia al fading (anglicismo que el mundo de la mecánica ha adoptado para referirse a la pérdida de eficacia de los frenos) y, además, pueden llegar a durar hasta cuatro veces más que los frenos comunes de acero.




Mientras los frenos convencionales, al ser utilizados, pueden llegar a alcanzar una temperatura de 700ºC, reduciendo su eficacia, los frenos cerámicos no tienen este problema y son capaces de repartir el calor por toda la superficie del disco.
Si hablamos del peso de los frenos cerámicos, podemos decir que son mucho más livianos que los convencionales; llegando a pesar la mitad y proporcionando un ahorro de peso importante.




Hasta aquí, todo lo bueno, ahora veamos, algo con lo que vamos a chocar a la hora de requerirlos.
Estos frenos son muy costosos, y de allí que se utilicen en vehículos deportivos de marcas como Ferrari o Porsche por ejemplo.
Y esto también tiene que ver con su producción. La fabricación de un disco de freno cerámico, es mucho más lenta que la de uno normal, pudiendo tardarse casi un día completo en fabricar un único disco.




Eso sí, volviendo a las bondades de los discos de freno cerámicos y la razón de tamaña inversión al adquirirlos, es que ellos llegan a tener una vida útil de 300.000 kilómetros, y en muchos casos, a este tipo de frenos, no será necesario sustituirlos durante toda la vida del vehículo.

Por David Gil