Los lubricantes y los aditivos

VISTAS 1553


Por Enzo Nuvolari

Sabemos que para la reducción de la fricción y la disminución del desgaste están los aceites lubricantes que, además, tienen la función de enfriar los componentes o piezas en movimiento, mantener limpios los mecanismos, proteger contra la corrosión y mejorar la estanquidad.

Al respecto, se usan aceites minerales, derivados del petróleo, y los aceites sintéticos, derivados de los procesos físico-químicos, o semisintéticos, que son aceites mixtos, con un mínimo del 25 por ciento de aceite de síntesis integrado. En cuanto a los denominados "aditivos", son sustancias químicas que refuerzan algunas propiedades del aceite llamado base, o suministran características que el mismo no posee naturalmente, o que posee en forma limitada, como ser la detergencia – dispersancia (capacidad de disolver los residuos carbonosos y mantenerlos en suspensión), la mejora del índice de viscosidad, de la función antidesgaste, de resistencia a los ácidos, de antioxidante-antiherrumbre, de antiespuma, de mejora del punto de escurrimiento, etc.



En la actualidad, se habla del "paquete de aditivos" que, en definitiva, son los mismos que se agregan a los aceites base, para formar los aceites lubricantes definitivos, y que hoy poseen características verdaderamente sobresalientes. Un aceite lubricante de motor está formado de una base más una cierta cantidad de "aditivos", cuidadosamente estudiados, probados y seleccionados. La base puede ser mineral, sintética o mixta, según el caso, y los aditivos, en porcentaje puede llegar al 15 por ciento, y sirven para reforzar algunas condiciones, o crear otras nuevas. Todo esto es para obtener un lubricante que pueda satisfacer todas las exigencias de los motores actuales.

Cabe puntualizar que, en los últimos años, las exigencias crecieron con respecto a los aceites, ya que se espera una contribución a la disminución del consumo, y a las emisiones de los gases de escape. En lo referente a las emisiones, no solo es importante limitar la mínimo el consumo del lubricante, sino que fue necesario desarrollar nuevos aditivos que reemplacen a otros, ya muy utilizados hasta hace pocos años.

Cabe señalar que en estos existían elementos nocivos, sin dudas, para los modernos catalizadores. En lo que respecta al consumo de combustible, se han desarrollado aceites lubricantes con una viscosidad muy reducida, pero con la capacidad de cumplir con todos los requisitos, y han sido puestos a punto con aditivos que aumentan su lubricidad u oleosidad. Una baja viscosidad significa una pérdida menor de energía mecánica, es decir una menor resistencia al movimiento, en el funcionamiento en régimen hidrodinámico. Cuando esto sucede, las superficies de los componentes en movimiento relativo están completamente separadas del aceite, y al movimiento solo se opone la fricción interna del lubricante.

De esto, un ejemplo típico es el caso de los cojinetes de biela, en los cuales el muñón del cigüeñal "flota", separado del material antifricción de los cojinetes por una película lubricante con un espesor tal que evita el contacto entre las asperezas microscópicas de las dos superficies. Cabe señalar que el régimen de "lubricación hidrodinámica" es un régimen ideal que no siempre es posible alcanzar.

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