Una moto y cinco ruidos

No sabemos bien de dónde vienen, pero están ahí, molestando y preocupando en pleno viaje, y es porque algo anda mal.



1.- El motor emite una especie de castañeo cuando está frío y no desaparece salvo cuando gana temperatura.
Seguramente el motor tenga bastantes kilómetros, y le vaya tocando en su calendario de revisiones, un reglaje de válvulas, un cambio de la correa, cadena de distribución o el tensor de ésta. 
No se debe fiar demasiado o abusar de la fiabilidad del motor. 
Podría tratarse de una avería importante a la vuelta de la esquina, de esas que por su elevado costo pueden sellar el destino de una moto.




2.- El amortiguador trasero suena como la estructura de una cama antigua.
No hay que asustarse, pero se deben revisar más temprano que tarde los tacos de goma en el anclaje del amortiguador y las partes móviles del juego de bieletas inferior de éste, y ver si están debidamente engrasadas. Es cierto que se trata de un mecanismo bastante fiable, pero abusar de su robustez es algo que no se conviene. Si se llegara a tener una rotura por falta de engrase; esa avería podría ser muy aparatosa o dar un buen susto durante la marcha.




3.- Cuando se acelera con la moto en marcha, se genera un ruido muy intenso y sube inexplicablemente de revoluciones sin que por ello aumente la velocidad.
La causa más probable para este anómalo comportamiento, está en que el cable del embrague esté demasiado tenso. 
Hay puntos de regulación tanto en la maneta como en la leva del motor, así que hay que tensarlo en un punto en el que la maneta del embrague recorra medio centímetro antes de comenzar a actuar. 
Otra razón puede estar en el desgaste de los discos de embrague, una operación de sustitución que será necesaria.




4.- El escape emite un sonido mucho más grave, como de moto de carreras
Se debe buscar en la superficie del tubo de escape, alguna pequeña fisura o rotura existente por allí. 
La primera impresión es que la moto emite un sonido mucho más de moto de carrera, y se puede reparar fácilmente con una soldadura o si la fractura o la corrosión están demasiado avanzada, probablemente haya llegado el momento de sustituir el propio sistema de escape.




5.- El disco de freno delantero hace mucho ruido
Seguramente ha llegado el momento de realizar un cambio de discos y de pastillas, ya que el material de ambos componentes tiene una vida limitada. Si el ruido es exagerado, puede que haya llegado el final de la pastilla de freno y lo que esté rozando con el disco sea la parte metálica del pistón que la empuja para frenar. 
Este caso merece el cambio completo de disco y pastillas –y quizá también de la pinza- por haber dejado de lado su mantenimiento hasta haber llegado a ese punto. 
Si no se llegó a tal extremo, puede que haya partículas del disco incrustadas en las pastillas, por lo que también necesitas un mantenimiento urgente.



Por David Gil