La Historia del Primer Surtidor. El Primer Tanque de Combustible

La Plaza LOREA de la ciudad de Buenos Aires, debe su nombre en memoria de don Isidoro Lorea y su esposa asesinados en 1807 por las tropas de la Segunda Invasión Inglesa. Su emplazamiento que de inmediato asociamos a la esquina de Luis Sáenz Peña e Hipólito Yrigoyen, disponía en sus orígenes de un solo cuadro con una superficie de 7458 m2 que si bien se ha reducido no ha desaparecido como otras antiguas plazas de Buenos Aires. Su aspecto ha cambiado con el transcurso del tiempo que la vio partirse en dos por el paso de la Avda. de Mayo resultando circunstancialmente “adosada” a la Plaza del Congreso.
Como algunos otros espacios libres de la ciudad, devenidos en mercados y plazas de carretas, la Plaza se fue transformando con el paso del tiempo. En sus costados Este (actual Avda. de Mayo) y Oeste (actual Plaza del Congreso) se podía ver una recova amplia con cuartos ocupados por acopiadores de frutas, tiendas y fondas. Alrededor de 1890, sobre el lado Este, se construyó el Mercado Modelo, demolido años mas tarde debido al avance de la nueva Avda. de Mayo. En la vereda de enfrente, vereda completamente desaparecida, y casi en el centro de lo que hoy es la Avenida se levantó el Molino Harinero del cual tomó su nombre la confitería vecina.
En medio de la Plaza se ubicaba hasta fines de 1800 el tanque de aguas corrientes allí instalado cuya capacidad era de 1100 m3. Sobre la calle Victoria (actual Hipólito Yrigoyen) se encontraba el primitivo Cuartel de Bomberos.
Los dos frentes restantes de la antigua plaza y que aún hoy sigue manteniendo, tiene en su costado norte, el mas antiguo de los teatros de la ciudad, al cual se lo ha conocido a través del paso de los años con los siguientes nombres: Eldorado, al fundarse en 1876; Goldoni (en homenaje al dramaturgo italiano), y posteriormente Progreso, Moderno, Rivadavia y por último Liceo, nombre que aún hoy conserva.
En este teatro se dio a conocer por primera vez en Buenos Aires, en 1894, la famosa pieza “La Verbena de la Paloma”, y fue también allí en 1904, donde nació a la escena nacional la actriz Blanca Podestá. Este teatro con su frente reformado es lo único que se mantiene de la antigua edificación que rodeaba la Plaza.
Esta plaza como en otras de la ciudad fue testigo de distintos eventos y atracciones: A fines de 1800 era una de las citas obligadas para los festejos del Carnaval.
Una de las primeras ascensiones en globo se realizó sobre esta plaza en 1856, a cargo de un francés llamado Lartes, que por causa del mal inflado sufrió un accidente al chocar contra las aspas del molino Lorea, salvándose milagrosamente.



En 1905 se dicta la 1ª Ordenanza del Tránsito de Buenos Aires. Los 60 automóviles registrados en 1903 pasaron a 7138 en 1913. En 1911 en la esquina norte de Luis S.Peña y Avda. de Mayo se instala el Primer Surtidor de la República Argentina. El puesto contaba con el primer tanque de combustible para despacho a granel.
Cuenta la anécdota que el tanque de combustible fue encargado a un habilidoso herrero de origen italiano. El tanque se construyo de acuerdo a las mejores reglas del arte con las uniones, solapes y partes de chapa roblonadas, tal cual la práctica de la época.
Terminado el trabajo procedió a probarlo llenándolo de agua, con desazón observó que el tanque construido perdía por los 4 costados.
Como todo buen inmigrante, creativo y pícaro, cualidades necesarias para la supervivencia en estas tierras, encontró la solución al inconveniente presentado. Llamó a los chicos del barrio y les pidió que orinaran dentro del tanque, toda vez que tuvieran ganas, el paciente y constructor fue rotando el tanque, poco a poco, con su extraño contenido, dejándolo estacionar en distintas posiciones hasta completar el giro completo. Una vez terminada la vuelta una nueva prueba determinó que el tanque no perdía mas, el amoníaco contenido había ido produciendo corrosión en los solapes y uniones sellando las pérdidas.
Ese tanque fue el primer tanque de combustible fabricado en la argentina, el herrero transformó también su vida convirtiéndose en proveedor de la incipiente industria.

Fuente: Arq. Jorge Kenny
Consult: “Diccionario Histórico Argentino”
Ricardo Piccirillo, Francisco L. Romay y Leoncio Gianello.
“Plazas y Calles de Buenos Aires” (Talleres Gráficos de la Penitenciaría Nacional, año 1910)
“Antiguas Plazas de la Ciudad de Buenos Aires”
Ricardo M. Llanes
“http://www.cai.org.ar/dep_tecnico/comisiones/CTECO/trabajos/transito-alrkm.htm”
Ing.Civil E.Ricucci Barrionuevo

COMIENZAN A PROLIFERAR LAS ESTACIONES DE SERVICIO

En Marzo de 1930, hace 84 años, la revista de la por entonces Asociación de Propietarios de Garajes, hoy Cámara de Garajes, Estacionamientos y Actividades Afines, informaba sobre la “Carta de Ciudadanía” que estaban tomando las Estaciones de Servicios, y en sus páginas decía: “Las Estaciones de Servicios han tomado carta de ciudadanía entre nosotros. Pocos son los talleres mecánicos, fuera de aquellos especializados en un aspecto técnico, que han transformado sus instalaciones para poder responder a la actual exigencia del automovilismo moderno: Buen servicio, rápido y económico.
Aquellos talleres que no se colocan dentro de este lema, o son establecimientos de un género de actividades definido, o bien sus dueños se resisten aún al avance de las llamadas Estaciones de Servicio, verán pasar por sus narices el progreso sin subirse a él.
La multiplicación de las Estaciones será manifiesta. Desde la parte céntrica, hasta los barrios más apartados ya tienen su Estación de Servicio “, o bien combinadas con el garaje habitual o simple taller de composturas.
Cabe destacar en esta semana la inauguración de dos estaciones, la primera establecida en un barrio aristocrático por excelencia, y la segunda en una zona donde la distinción no se ha hecho presenta, pero en la que el progreso marca rasgos inconfundibles ….”