Injusticia impositiva: peligra empresa familiar

Injusticia impositiva: peligra empresa familiar

Como consecuencia de las distorsiones que genera la llamada Ley Pichetto, peligran 30 puestos laborales de la Estación de Servicio Shell ubicada a la vera de la Ruta Nacional N°3 a la altura de Pedro Luro, al sur de la provincia de Buenos Aires.





La Estación de Servicio de bandera Shell que opera en la zona desde la década del cuarenta, está a punto de finalizar su historia como consecuencia de la ley N°27.209, más conocida como ley Pichetto.

Esta es la amarga realidad que debe enfrentar la familia Dauphin, tercera generación en el trabajo, luego de lidiar con la burocracia política, que a la hora de sancionar leyes, no tiene en cuenta los desequilibrios que puede generar para un sector de la población.

Si bien es una más de las 300 estaciones de servicio de la provincia de Buenos Aires que se encuentran jaqueadas por la ampliación de la zona de exención del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC), esta empresa, tiene la particularidad de encontrarse a tan solo dos km del límite impositivo, pero además, enfrenta la construcción de una nueva estación de servicio en el inicio de la zona exenta, a pocos metros de su establecimiento. Una clara competencia desleal, que los que promulgaron la ley, no tuvieron en cuenta. Dejando un vacío legal para que se puedan dar este tipo de situaciones.







El partido de Villarino, donde se encuentra ubicada, limita al norte con el Partido de Bahía Blanca y al sur con el de Carmen de Patagones. Al principio, a fines de 2015 y principios de 2016, la medida no los afectó tanto porque la estación con precio diferenciado más cercana se encontraba a 50 km en la localidad de Villalonga, pero ahora, con la construcción de esta nueva estación a tan solo dos km, estiman que las consecuencias serán desastrosas ya que la diferencia por litro en las naftas es de $7. “Yo comprendo que la gente vaya a cargar a la otra estación, entiendo que cada uno cuide su bolsillo, no me puedo enojar con ellos. Pero me da mucha impotencia que nosotros nos tengamos que fundir trabajando por culpa de medidas arbitrarias que benefician a algunos y asesinan a otros”, expresa Elsa Christiansen propietaria de la firma.

Además de la diferencia abismal en el precio de las naftas, también hay una distorsión importante en el precio del gas oil, y según palabras de la misma propietaria, “les pasan permanentemente los camiones con gas oil patagónico por delante y nadie controla, nadie hace absolutamente nada.

Si bien afirma que tienen el respaldo de la empresa Shell, que les prometió su ayuda para poder enfrentar la situación, Elsa, aclara, que en estas condiciones “es muy difícil seguir subsistiendo. Si a esto le agregamos la baja de las ventas debido a la suba de los precios de los combustibles, el incremento en los costos de los servicios, impuestos y personal, el pago de créditos otorgados para modernizar la imagen, se entiende cómo llegamos a esta situación”.

El partido de Villarino históricamente ha sido poco favorecido. Una conjunción de malas administraciones, escasa y desinteresada población y una ubicación geográfica desafortunada; es la antesala de la Patagonia. Es así que llega a la actualidad sin ningún beneficio impositivo como si lo tiene su vecino distrito Carmen de Patagones: sueldos 40% más altos, exenciones en ingresos brutos, impuesto a los sellos e inmobiliario rural, además de los subsidios a los servicios.

Asimismo cabe recordar, una irrisoria y triste realidad, y es que la Provincia de la Pampa también es considerada Patagonia y que goza de estos mismos beneficios impositivos patagónicos. Haciendo más inentendible que un municipio como el de Villarino con las mismas condiciones geográficas y climáticas, no cuente con ninguno de ellos.

Elsa Christiansen